El cuadro tiene siluetas marcadas y colores pasteles, en las tonalidades de los rosas.

Tocar tus brazos de seda y besar tus labios de terciopelo mientras despierto envuelta en sabanas de pétalos blancos. Tu pelo de algodón me roza la espalda y una fragancia a café entra por la ventana, junto con uno o dos haces de luz que rebotan en tus ojos de miel. De a poquito nos vamos incorporando a la frescura de la mañana, con tragos de caramelo y azucar blanca, sin canela, pero eso si, con un poquito de hielo. Por ahora solo quiero acostarme a tu lado y poder recorrer las montañitas de tus vertebras con la yema de mis dedos. 

Comentarios

Ápeiron ha dicho que…
Volvé a escribir.
Bernardita ha dicho que…
no puedo, me duele mucho todo

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